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Desde hace un tiempo ha aparecido la figura denominada personal shopper en el mercado inmobiliario. Ha llegado con fuerza y para quedarse. De hecho, el último año han crecido en un 50%, por ello, se han organizado según publica La Vanguardia, en una Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AE-PSI).
Esta entidad define a estos profesionales literalmente como “un asesor inmobiliario que se posiciona y defiende de forma exclusiva y determinante, los intereses de su cliente comprador o inversor”.
La compra de “nuestra casa” supone una de las inversiones de nuestra vida más importante y resulta un proceso dificultoso y en muchos casos con entresijos desconocidos para la gran mayoría. Por eso, es importante contar con la ayuda de profesionales del sector.
«Un asesor inmobiliario que se posiciona y defiende de forma exclusiva y determinante, los intereses de su cliente comprador o inversor”
Las inmobiliarias tradicionales se encargan de la compra-venta de propiedades e intermedian entre el comprador y el vendedor. El personal shopper ayuda a buscar una vivienda como si de su propia casa se tratara y dado que únicamente representa a una sola de las partes, vela por los intereses de su cliente. Ahí estriba la principal diferencia entre el trabajo de ambos. En este sentido, puede decirse que son profesionales complementarios y no opuestos.
Algunas personas prefieren ocuparse personalmente del proceso y no dejar en manos ajenas la adquisición de su propiedad. En estos casos, basta con contar con los servicios que ofrecen las inmobiliarias.
En otros muchos casos, las personas prefieren delegar todo el asunto en manos expertas que puedan ocuparse y en tal caso, lo mejor es ser representados por el personal shopper.
A partir de ese momento, se encargará de una búsqueda personalizada del tipo de propiedad que se adapta a su cliente según las necesidades y preferencias del mismo. Para ello, va visitando y descartando lo que le puede llegar a interesar o no y de esa forma ahorra tiempo y molestias al eventual comprador. En este sentido, la Asociación estima un ahorro de tiempo del 70% respecto a los servicios de una inmobiliaria.
Mientras los honorarios de las agencias tradicionales varían entre un 3% y el 5% más IVA del precio de compra, el personal shopper se rige por una tabla de valores previamente establecida o bien, de una tarifa mixta que consta de una parte fija y otra variable en función del éxito de la operación.