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A pocos días de la entrada del otoño, las entidades financieras sorprenden con una nueva bajada de las hipotecas de tipo fijo.
Debido a la política monetaria europea que ha sido llevada tras la pandemia del coronavirus, se retrasa la subida de los tipos y esto induce a que caiga medio punto el interés medio de estos préstamos en un año.
Algunos bancos colocan la TAE (Tasa Anual Equivalente) alrededor del 1,5%, la más baja del mercado según informa el Economista.es. Esto ha generado una bajada generalizada por parte de otras entidades en la declarada guerra de competencia que se lleva lidiando desde hace cuatro años en nuestro país.
Desde la última gran crisis del 2008, el número de hipotecas a tipo fijo aumentó en España. Actualmente, tras el Covid, con el Euribor en negativo resultan más rentables para las entidades bancarias y muchos clientes las prefieren ante el temor de una posible subida de tipos en el futuro.
Tras cerrar el primer trimestre del presente año, se constató que el 51,7% de las nuevas hipotecas se constituyeron a tipo fijo, frente al 20,3% que lo hicieron a tipo mixto y el 28% que se firmaron con el interés variable.
La Asociación Hipotecaria Española (AHE) en el último año del que recogió cifras, el 2013, mostraba que la tendencia era absolutamente la inversa. Las hipotecas de tipo fijo representaban únicamente el 1,1% de la cartera resultando simplemente testimoniales. Las mixtas suponían el 31,2% y las variables adquirían el total protagonismo con cerca del 68%.
Hasta el mes de junio del presente año, los precios de los préstamos en España, resultaban unos puntos más caros que la media que se comercializaba en el resto de países de la zona euro. Esta tendencia sin embargo, también se ha visto revertida. España actualmente ofrece las hipotecas más baratas que la media a lo que lo hacen las entidades de los países vecinos.
Por otro lado, en el foro anual de Jackson Hole en el que la Fed reúne a los principales banqueros de EEUU, se dejó vislumbrar una posible alza de los tipos de interés hacia finales del 2022. Un tema todavía lejano para tratar en Europa donde los analistas no contemplan una subida de tipos ni la retirada de estímulos hasta la entrada del 2024.